El reciente Decreto-Ley 36/2025 aprobado por el Senado italiano representa un duro golpe para los derechos de los italianos en el exterior. La nueva norma limita drásticamente el acceso a la ciudadanía italiana por descendencia (iure sanguinis), generando preocupación y rechazo en numerosas comunidades de italianos en el mundo.
Ante esta situación, Daniel Antenucci, Secretario General del Partido Democrático Italiano (PD) en Argentina, salió al cruce de las declaraciones de Ricardo Merlo, presidente del MAIE (Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior), quien culpó a la “ausencia de la izquierda” por la aprobación del decreto.
Antenucci fue claro: “Todos los senadores del PD presentes votaron en contra. La realidad es que el MAIE forma parte del bloque de gobierno que impulsó esta ley y la votó casi sin objeciones. Más compromiso con el Gobierno que con los descendientes”.
El comunicado del PD destaca que, durante el tratamiento del llamado “decreto Tajani”, se presentaron 103 enmiendas parlamentarias, de las cuales 42 fueron propuestas por el PD. El MAIE, en cambio, solo presentó 2. Incluso se señala que su diputado por la circunscripción exterior ni siquiera asistió a las comisiones donde se discutió la ley.
Desde el PD insisten en que han dado pelea desde el primer día: “Nos opusimos en el trabajo legislativo, en la presentación de enmiendas y en cada votación. La defensa de la ciudadanía italiana para los descendientes no se hace con discursos, sino con hechos”.
Finalmente, Antenucci lamentó que desde el MAIE se intente “confundir a la opinión pública con acusaciones falsas, cuando su propio espacio político fue protagonista de la reforma que hoy limita el vínculo entre Italia y millones de personas en el mundo”.
La discusión sobre la ciudadanía italiana continúa, pero una cosa está clara: hay sectores que están comprometidos con su defensa activa, y otros que han preferido priorizar su alianza con el poder.