El Parlamento italiano avanza con una ley que limitará la ciudadanía por descendencia. Borghese alertó que millones de argentinos podrían quedar excluidos, aunque destacó logros clave que preservan derechos adquiridos.
El Senado de Italia aprobó con 81 votos a favor una reforma que modifica el derecho a la ciudadanía por ius sanguinis, limitando su transmisión a solo padres y abuelos nacidos en Italia. El senador Mario Borghese, representante argentino en el Parlamento, explicó que de aprobarse en Diputados, la ley excluirá a descendientes de tercera, cuarta y quinta generación, afectando a más de 20 millones de argentinos con ascendencia italiana.
Borghese detalló que la medida responde a tensiones con la Unión Europea y a la saturación del sistema consular. Sin embargo, remarcó que gracias a una enmienda clave —la llamada “enmienda Borghese”— se logró que los actuales ciudadanos italianos puedan seguir transmitiendo la ciudadanía a hijos y nietos. También se aseguró que los trámites iniciados antes del 27 de marzo de 2025 se mantendrán vigentes bajo la legislación anterior, beneficiando a miles de familias.
El senador destacó la importancia de no bajar los brazos y promover una nueva legislación que devuelva los derechos a futuras generaciones. También recordó que la ciudadanía por matrimonio sigue vigente y alentó a quienes califican a iniciar el trámite cuanto antes. En un contexto cambiante, la organización, el compromiso y la vía judicial aparecen como herramientas fundamentales para seguir defendiendo la italianidad en Argentina y el mundo.